Ya lo señaló el Presidente Rafael Correa el pasado jueves: "La Ruta
Collas no solo es fundamental para Quito, sino para la patria", esto
respecto a esta nueva gran obra que une
al norte de la ciudad y del país con el aeropuerto internacional Mariscal
Sucre.
Esta gran vía que permite el ahorro de millones de dólares al reducir
los tiempos de acceso a la terminal aérea, beneficia de manera significativa la
movilidad y el tráfico. En este sentido tengo que ser enfático en que ha sido
la administración anterior y este Gobierno el que más ha trabajado por las vías
de la capital y del país. Por eso
comulgo con lo que el presidente Correa afirmó en la inauguración de la obra "
Quito tiene las mejores vías de acceso de toda la región".
Como presidente de la Comisión de Movilidad, en la administración
anterior, puedo aseverar que lo que dio paso a la ejecución de esta obra de
megaingeniería fue la decisión política y técnica que se tomó en su momento. La
ciudadanía reclamaba ya hace más de cuatro décadas mejores y nuevas rutas para
acceder a Quito, pero como su construcción demandaba grandes recursos y demasiado
tiempo, ninguna autoridad asumió esta responsabilidad.
Recuerdo lo duro que fue sobrellevar esta y muchas obras más de gran
dimensión, por ejemplo la durísima negociación con Quiport para la construcción
del aeropuerto, en la que se logró recuperar alrededor de $ 900 millones y finalmente
se realizó la obra en condiciones justas.
La Ruta Collas, es una obra emblemática tiene una longitud de 11.7 kilómetros
y un ancho de 32 metros, y por su magnitud fue asumida por el Gobierno Central con
una inversión de $ 198 millones, para su ejecución fueron necesarias grandes
obras complementarias y es por eso que, aunque aún no está definido el costo
exacto, se cobrará un peaje.
Esta obra es una de las más incluyentes en la historia del país, pues
integra a las parroquias rurales al desarrollo del Distrito Metropolitano. Es
tan incluyente que generó 1500 empleos directos y 3.000 indirectos.
La Ruta Collas se
enmarca dentro de lo planeado en la
administración anterior en materia de movilidad, la propuesta es construir en
Quito un paradigma renovado de movilidad que corrija las tendencias del viejo
modelo anclado en la dependencia del vehículo liviano. Este paradigma plantea vías
incluyentes y modelos de movilidad más amigables con el ambiente.
En este sentido se ha
trabajado en temas claves y estratégicos de intervención:
·
Transporte integral que permita
incrementar la oferta y la cobertura territorial, además de mejorar el servicio
de transporte.
·
Tránsito adecuado y seguro para peatones
y ciclistas para que de esta manera todos los usuarios de las vías realicen sus
desplazamientos en condiciones dignas.
·
El
último punto es la interconectividad de Quito con otros sectores consolidando
el crecimiento urbano.
La gestión Municipal se
manejó de manera coordinada entre las Administraciones Zonales y la EPMMOP,
para agilitar los pedidos y necesidades de
cada barrio, en este sentido es necesario seguir trabajando en la
operativización de la conectividad de Quito con la región y el país, y así
mantener a la capital como el centro de desarrollo nacional; es importe también
garantizar los traslados en los corredores periféricos y posibilitar los
accesos y desplazamientos de los buses en los barrios periféricos.