jueves, 28 de abril de 2016

Quito Solidario con Manabí y Esmeraldas




Nuestra ciudad y todo el país ha sufrido las consecuencias de la actuación de la naturaleza. El 16 de abril, todos vivimos uno de los peores terremotos de la historia del país, que dejó miles de familias damnificadas, casas destruidas, y mucho dolor de personas que perdieron a sus familiares.
Con este terremoto tuvimos la oportunidad de ver las nobles muestras de solidaridad de muchos: vecinos que ayudaron a sus cercanos, autoridades que continúan trabajando sin descanso y muchas personas que se han dedicado en cuerpo y alma a ayudar desinteresadamente, quienes han trabajado sin descanso para ayudar a los más desvalidos.
Nuestros hermanos de las provincias de Esmeraldas y Manabí siguen viviendo las consecuencias del terrible terremoto que azotó esas tierras.
Miles de casas destruidas e imágenes de dolor y desesperación son las que hemos visto una y otra vez en los medios de comunicación.
A pesar de la difícil situación que todos hemos vivido, es hora de poner manos a la obra y seguir avanzando.
No podemos esperar que las soluciones lleguen por sí solas, debemos ser activos e ingeniosos, crear y buscar formas de reparar lo dañado. Sólo con acción lograremos la reconstrucción.
Nadie ha dicho que será fácil, y sin duda necesitaremos del esfuerzo de todos los ecuatorianos para hacer posible nuestros objetivos. Sólo con el trabajo y aporte de cada uno podremos salir adelante.
En Quito podemos decir que nuestra gente es extraordinariamente solidaria: con el trabajo mancomunado de los funcionarios municipales, servicios comunales y comunidad, comenzamos la recolección y hemos apoyado con alimentos y otros víveres una y otra vez a los más afectados.
Debemos aplaudir de pie a los al Cuerpo de bomberos de Quito, Policía Nacional y Metropolitana y a los cientos de voluntarios que han dedicado estos últimos días a levantar la zona de desastre.
Ellos son los héroes anónimos y merecen un especial agradecimiento de todos nuestros ciudadanos/as.
Conmovidos por la tragedia ocurrida días atrás en el Ecuador, donde cientos de personas perdieron sus vidas, otros miles de desaparecidos, centenares  de viviendas destruidas, junto a una brigada de profesionales voluntarios en diferentes áreas; médicos, arquitectos, psicólogos, ingenieros entre otros realizamos la primera visita de reconocimiento en la zona afectada por el terremoto; Bahía de Caráquez, Canoa, Jama y Pedernales; pudimos evidenciar muchas necesidades, pero dispusimos focalizar nuestra atención en consolidar el trabajo de reconstrucción. Para esto propondremos al Gobierno de la Provincia de Manabí trabajar en conjunto en un proceso de capacitación a técnicos de los gobiernos locales, y al sector de la academia; con el objeto de transferir conocimientos desde el Consejo Metropolitano de Quito en mi calidad de Concejal.
Transcurridos ya varios días desde el desastre vivido en las provincias hermanas, es importante como autoridad plantearnos correcciones en los aspectos relacionados con la planificación territorial, la reglamentación de usos del suelo, seguros, preparativos para la atención de emergencias y educación;  como medidas de prevención y mitigación, que incorporadas en los planes de desarrollo, deben estar dirigidas a disminuir la vulnerabilidad física, funcional y social.
En consecuencia, sólo mediante la incorporación en los procesos de desarrollo de actividades integradas para prevenir o mitigar los efectos de los desastres, es posible reducir el riesgo que los mismos ofrecen para las personas los bienes y servicios.

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